LA POSIBLE COMPRA DE BUQUES MERCANTES PARA LA ARMADA Y LA ESPERANZA DE PODER UTILIZARLOS COMO BUQUES ESCUELA PARA LOS CADETES DE LA ESNN

Por estos días suena con bastante fuerza, la noticia sobre la posible compra de cuatro buques multipropósito de origen ruso para realizar tareas de aprovisionamiento antártico y patrullaje en el Atlántico sur. Como ocurre siempre en estos casos, se han levantado voces que celebran la noticia y otras que argumentan que siendo buques construidos a mediados de los 80 y principios de la década del 90, ya no resultaría oportuno incorporarlos a la flota naval. No obstante, ambas afirmaciones resultan incompletas si no se aporta información concreta sobre el costo de adquisición, la forma de pago y por sobretodo el estado de los buques en el presente.

Las naves en cuestión tienen una eslora de 81 metros una manga de 16 metros y un tonelaje bruto promedio de 2100 toneladas, no todos se encuentran en servicio activo y aún se desconoce si una comisión técnica de la Armada ha procedido a su inspección.

Pero al margen que este artículo se redacta justo en medio de la noticia sobre la negativa de la suprema corte de USA a tratar el reclamo Argentino para que se reconsidere la sentencia que obliga al país a pagar la totalidad de la deuda que mantiene con los fondos de inversión que no aceptaron el unilateral canje de deuda propuesto por el gobierno y que esta decisión puede afectar decisiones de todo tipo que impliquen erogación de divisas, vamos a sostener la hipótesis que el plan sigue adelante.

En este caso, en circunstancias en que nuestras autoridades parecen empeñadas en lograr una recuperación de la marina mercante y de la industria naval, estas naves pueden convertirse en un interesante primer paso.

En efecto; por un lado la realización de tareas mayoritariamente no militares (no son naves de combate) permitirá sin lugar a dudas, hacer que la Armada Argentina pueda cumplir con los embarcos que son requeridos por ley a los cadetes de la Escuela Nacional de Náutica para cumplir con las horas de navegación de ultramar necesarias para obtener la correspondiente titulación de egreso. No es menor el hecho que por ahora sigue siendo esta Institución la responsable de la formación y capacitación del personal de la marina mercante. Si bien no se puede responsabilizar a la institución por la falta de buques mercantes, la aparición eventual de estas cuatro naves, no podrá soslayar su inmediato uso para la capacitación de los cadetes que sería un paso fundamental en cualquier plan de recuperación de la marina mercante nacional.

Asimismo deberá contemplarse el embarque de personal superior de la marina mercante en las unidades, si bien no en forma total, pero de un modo similar a lo que se estilaba en Transportes Navales, la utilización de tripulaciones mixtas, permitirá al personal militar (poco entrenado en cuestiones relativas a la operación de buques de este tipo) operar con seguridad la nave, al tiempo que esta integración cívico militar contribuirá en gran medida a otro de los objetivos de la actual administración tendiente a lograr una integración entre civiles y militares.

Demás está decir que a la luz de la capacitación de los cadetes mercantes, la presencia de oficiales de cubierta y máquinas será altamente positiva y como un valor agregado adicional, se estarán generando puestos de trabajo legítimos que balancearán en parte la creciente cobertura de plazas en buques civiles, de personal militar en situación de retiro.

Resultará fundamental que la Subsecretaría de Puertos y Vías Navegables de la Nación, en su carácter de autoridad de aplicación del Régimen de Formación y Capacitación del personal de la Marina Mercante, se sirva considerar esta iniciativa (muy potencial por ahora) para tener formada opinión a la hora ser consultada al respecto.

Este aporte realizado desde el portal de MARINA DIGITAL, ve la luz luego de muchas interconsultas con especialistas en formación y capacitación y con una importante cantidad de Oficiales de la Marina Mercante y se hace público con la intención de producir al menos un debate acerca de su viabilidad.

Bueno es recordar que por estos días uno de los centros profesionales de marinos, más antiguos del país, se encuentra realizando gestiones a efectos de revertir las falencias formativas de los Cadetes que se preparan para conducir los destinos de la marina mercante nacional, ya que al bajo nivel académico con el que egresan de sus estudios secundarios, se suma la falta de recursos para su adecuada formación como Oficiales, sin lugar a dudas la más notoria y de difícil implementación es la existencia de un buque escuela. La asignación de plazas en estas nuevas unidades no será una solución ideal, pero resulta mucho más idónea que las actuales navegaciones acotadas a las posibilidades de las unidades de la flota de ríos.

Se trabaja en el presente en un proyecto más amplio para ser presentado ante las autoridades del MINISTERIO DE DEFENSA de la Nación.


Fernando Morales
Vicepresidente Liga Naval Argentina
Maquinista Naval Superior VGM
Perito Naval
Licenciado en Administración Naviera